Entrevista a Carlos Gerardo, autor del libro «Sedición»

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Entrevista a Carlos Gerardo (CG), autor del libro «Sedición»

Por: Kaypa’ Tz’iken (KT)

KT. Estimado Carlos Gerardo, gracias por responder esta entrevista, cuyo objetivo es comunicar detalles y aspectos relevantes de la edición de tu reciente obra titulada Sedición a nuestros lectores.

1. KT. ¿Por qué nombraste Sedición a esta obra?, ¿qué significado tiene para este país que está celebrando, justo este año, el bicentenario del Estado criollo/ladino/colonial?

CG. Antes de responder, te agradezco también el tiempo para hacerme estas preguntas en torno al libro. Te agradezco todo el trabajo que ha implicado la edición del texto, al que ahora se suma el que has destinado para preparar esta entrevista.

No estoy seguro de en qué momento escuché por primera vez el término sedición. Seguramente fue en algún discurso presidencial. En el código penal de Guatemala –y me imagino que en muchos otros países– se tipifica el delito de sedición cuando se incita un levantamiento contra el Gobierno. Sin embargo, quienes principalmente han construido el fantasma de la sedición han sido los gobiernos mismos, que acusan con el nombre de este crimen cualquier tipo de desacuerdo entre las personas y la forma de gobernar. Desde hace unos años, me di cuenta de que ese era uno de los recursos con los que los gobiernos trataban de paliar momentos de crisis para mitigar cualquier forma de protesta o inconformidad. Amenazar a la población con la criminalización es una carta que siempre tiene un gran poder intimidatorio. Ya sabemos que el gobierno criminaliza y vulnera a muchas personas. 

Entonces, más o menos en el 2017 o 2018 pensé que sería oportuno explorar el término en una dimensión más contestataria, como una manera de reaccionar ante la violencia de un Estado que se está cayendo a pedazos, que a lo largo de la historia ha impostado su legitimidad y cuyos fines prioritarios han sido siempre la organización y el mantenimiento de un sistema de explotación y control colonial. La idea es resignificar el término, desnudar esas raíces históricas que relumbran en el presente y construir una sospecha sediciosa, necesaria desde mi punto de vista, para comenzar a cambiar las relaciones sociales.

2. KT. ¿Qué desafíos te representa publicar esta obra en Guatemala, una sociedad profundamente conservadora? 

CG. Pues, en realidad, publicar libros en Guatemala ya es un desafío. Siempre es una marcha a contracorriente, sobre todo cuando los libros tienen un carácter crítico. Pienso que los desafíos que el texto podría tener están por verse, por ver cómo es recibido por las personas. Por otro lado, la ventaja que tiene el texto es que es un libro de poesía… y la poesía es la más inocente de las ocupaciones, como decía Hölderlin; pero también decía que es la más peligrosa de todas. 

3. KT. ¿Podrías compartirnos un resumen de su contenido?

CG. El libro reúne una serie de poemas que escribí en torno a la violencia del nacionalismo. Específicamente, explora los procesos de construcción del Estado liberal con identidad ladina. Aunque no lo hace de manera histórica. Toma en cuenta algunos acontecimientos históricos, pero más bien trata de construir relatos que den noticia de cómo ese Estado sigue construyéndose en la actualidad en una dimensión amplia: desde los procesos educativos en todo nivel hasta los procesos de la construcción de la masculinidad misógina homofóbica que ha atravesado nuestros cuerpos. 

Sedición parte de una serie de autocríticas que en algún momento hice sobre mí mismo y que, de alguna manera, trato de hacer de manera constante, porque cuestionarse nunca llega a ser un proceso concluido. Hay algunos cuestionamientos a la forma en que en que se ha configurado mi identidad, porque estoy seguro de que son procesos similares a procesos que han vivido otras personas.

4. KT. ¿A qué público está dirigida la obra? ¿Por qué?

CG. Definitivamente, hay varios poemas de la obra que podrían prestarse a interpretaciones que encuentren referentes en el contexto local. Esa es la intención. Entonces, pienso que, en ese sentido, las posibilidades de lectura encuentran su mayor riqueza en el contexto guatemalteco. Específicamente va dirigido a aquellas personas que están cuestionándose este tipo de temas. Hoy, que algunos sectores sociales están celebrando el bicentenario, como vos bien señalás, es satisfactorio ver que hay otra gran cantidad de personas que –lejos de celebrar– están cuestionando las dinámicas con las que históricamente ha operado el Estado. Uno está tentado a pensar que estas críticas son minoritarias… pero no podés obviar que, en realidad, la celebración del Estado es minoritaria y es maniquea, y obligatoria. A lo largo de la historia, han sido cientos de miles de personas las que han participado en este tipo de cuestionamientos. Basta con ver los acontecimientos recientes que han sucedido en Guatemala: cada vez son más las personas que se están sumando a las disidencias. Me imagino que serán esas personas quienes de manera más afortunada puedan recibir la lectura del libro… pero eso no quita que puedan leerlo otras personas. En ese sentido, creo que un destino feliz para este libro sería poner un grano de arena en esos cuestionamientos que se están haciendo desde la literatura y fuera de la literatura, tanto en la calle, en las movilizaciones que ocurren en las áreas rurales y urbanas, como en los espacios íntimos, familiares, en los momentos de reflexión personal e introspección. 

5. KT. ¿Cuál es el aporte de esta obra a la literatura guatemalteca?

CG. No lo sé. 

En realidad, creo que no me corresponde a mí decir si este libro aporta algo, o si es completamente irrelevante. Creo que no es esa la intención con la que una persona escribe. Trabajé bastante escribiéndolo, así que esperaría que sea un aporte aunque sea mínimo a la reflexión y al pensamiento crítico generado desde la literatura; porque no creo que haya una sola literatura guatemalteca, que haya tenido un desarrollo lineal y unívoco. En todo caso, el libro se enmarca dentro de cierto tipo de enunciación literaria con muchos referentes tanto dentro como fuera del país, a los que busca responder; o más bien, con los que busca dialogar con un poquito de dignidad y decoro. Ojalá que lo logre.

6. KT. ¿Por qué elegiste publicar este libro en Tujaal Ediciones?

CG. Me pareció oportuno publicar con Tujaal. De hecho, te hice la propuesta de publicarlo desde inicios del año pasado. Creo que la editorial ha publicado títulos muy importantes para pensar nuestra realidad y tiene mucha claridad política. Por otro lado, vi que tenías ya en el catálogo algunos libros de poesía y narrativa breve, así que de entrada me pareció que era la editorial más apropiada para publicar un libro que tenía una serie de reflexiones políticas hechas desde el registro poético.

Hoy, que el proceso de edición ha concluido, me siento muy feliz y afortunado de haber trabajado con Tujaal, porque además de todo lo que te dije antes, el trabajo ha sido muy profesional. Entonces, eso te lo agradezco muchísimo. 

7. KT. ¿Podrías contar algún detalle o anécdota del proceso de edición?

CG. Con gusto, me gustaría decir varias anécdotas del proceso de edición y también una del proceso de escritura. 

Sobre el proceso de edición, tengo que decir que fue un proceso muy cercano conmigo. Y eso te lo agradezco. Entonces, cada vez que me comunicabas sobre un avance en el proceso, me sentía muy feliz. Me gustaría recordar la enorme conmoción que ambos tuvimos cuando me enviaste la propuesta de imagen de portada. Creo que ambos estuvimos de acuerdo en que la portada de Antún Kojtom era la más indicada para el libro. Ese día fue de una pequeña celebración. También me acuerdo de la emoción con que leí las palabras de Gabriela y de Sabino, que figuran en la contraportada. Esa fue otra celebración, muy conmovedora, porque eran opiniones honestas de personas a quienes admiro mucho. Fueron momentos muy significativos. 

Sobre la escritura, me acuerdo que los primeros poemas del libro comencé a escribirlos en el 2018, a finales de ese año. Me acuerdo de que el primer poema, el que le da nombre al libro, lo escribí en El Salvador, por una situación muy azarosa. Había ido a visitar a Alberto López Serrano y a Josué Andrés Moz, y me estaba quedando en la casa de Alberto, en el cuarto donde guarda algunos de sus libros. A uno siempre le dan curiosidad las bibliotecas ajenas, así que todas las noches me ponía a leer y revisar algunos de los libros que Alberto tenía. Fue una de esas noches cuando se me ocurrió escribir el poema que le da título al libro, sobre lo que para mí representa la patria, desde el plano de lo íntimo. Luego, obviamente, el poema tuvo muchos cambios. Pero es una anécdota que me gusta recordar. 

8. KT. ¿Cuál es tu expectativa en cuanto a la difusión de esta primera edición y primer tiraje?

CG. Que se acabe pronto. Jejeje. Es broma, aunque no tanto. Creo que más que se acabe, espero que sea leído. Es lo que cualquier persona que escribe algo desea para sus textos. Que haya personas que lo lean, que respondan, que dialoguen con él. 

9. KT. ¿Podrías compartir con el público información de tus publicaciones y premios recibidos?

CG. En el 2015 publiqué mi primer libro, con la editorial Alambique, que lleva ya más de una década de una labor constante de edición y publicación de textos. Este primer libro se llama Música rara. Luego, en el 2016 gané el premio de poesía Ipso Facto, convocado a nivel centroamericano por la editorial equiZZero, que está ubicada en Soyapango, en El Salvador. Este libro se llama Genealogías, y trata sobre mi familia, mi pueblo, y el proceso familiar que vivimos cuando nos desplazamos a la ciudad de Guatemala. En el 2019, gané el Premio de Poesía Editorial Praxis, en México, con un libro que se llama Intemperie, poemas y ruidos. Ese libro se publicó en el 2020 y la presentación fue a inicios de este año. Luego, este año también se publicó un libro muy breve, con los poemarios finalistas al premio de poesía Manuel José Arce, convocado desde la Editorial Universitaria de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Ese libro también me lo entregaron este año. 

10. KT. Para finalizar, te agradeceré que dirijas algunas palabras finales a tus lectores y/o personas en particular que, entiendo, tienen expectativa e interés por obtener un ejemplar de esta hermosa e importante obra.

CG. Pues, en principio, creo que lo que de entrada se me ocurre decir es gracias. Gracias por la expectación, y por el entusiasmo por esta nueva publicación, que es una publicación colectiva. Estoy seguro de que lo que escribimos es el resultado de una polifonía de voces que resuenan siempre en nuestra cabeza… el mérito que el autor o la autora tiene es en realidad menor comparado con todas las conversaciones y lecturas que vamos acumulando en nuestra vida. A este proceso se suman de manera directa otras personas, otras complicidades… como Gabriela y Sabino, que leyeron el texto y accedieron a escribir un comentario, como vos que estuviste vinculado con toda la parte de edición, como Jessie que lo corrigió, o Henry Sipaque que lo diagramó, o Antún cuya obra figura en la portada como el rostro del texto. Muchas gracias a ustedes, y a todas las personas que lo esperan o que lo han leído ya. Es un honor enorme que formen parte de este proceso.

KT. Carlos Gerardo, te agradezco profundamente por responder esta entrevista y por haber confiado la edición de tu obra a Tujaal Ediciones. Aprovecho para agradecer a nuestros lectores por su interés y por adquirir la obra en Tujaal Ediciones y en las principales librerías del país.

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